Hasta que llegó su hora

C'era una volta il West

Título	Érase una vez en el Oeste
Érase una vez en el Oeste
Ficha técnica
Dirección	Sergio Leone
Producción	Fulvio Morsella
Guión	Sergio Donati Dario Argento Sergio Leone Luciano Vincenzoni
Música	Ennio Morricone
Reparto	Charles Bronson Henry Fonda Jason Robards Claudia Cardinale
Datos y cifras
País(es)	Italia Estados Unidos España
Año	1968
Género	Western
Duración	159 minutos
Compañías
Productora	Paramount Pictures
Presupuesto	5,000,000 $

"Once upon a time in the west" (Erase una vez en el oeste) en su título original en inglés puede pasar por ser quizá uno de los mejores films de los llamados "Spaghetti-Western", pues lo firma en 1968 el mejor director del género en mi opinión -Sergio Leone-, acompañado de un genial Ennio Morricone en la banda sonora, tan sólo faltaría el actor Clint Eastwood para sumar una muesca más a la trilogía clásica e insuperable que conforman "El bueno, el feo y el malo", "Por un puñado de dólares" y "La muerte tenía un precio". Sin embargo la ausencia del excalde de Carmel no se echa demasiado en falta, pues un vengativo Charles Bronson lo suple con cierta dignidad, con unos registros similares en pantalla, aunque algo pobres, todo hay que decirlo.

La cinta cuenta con un memorable cambio de ritmo, desde la pasividad más exasperante -son notables las primeras escenas, cuando un forajido intenta espantar soplando una molesta mosca de su rostro- hasta las escenas de tiroteos resueltas con una magnífica efectividad ("Ahora vas a oir un ruido extraño"). El mismo director apuntaría que el ritmo de la película pretendía crear la sensación de los últimos jadeos que da una persona justo antes de morir.

En modo alguno se puede pasar por alto la banda sonora del maestro Morricone, el cual compone una melodía que resulta más letal que una onza de plomo candente en el estómago.

A destacar sin duda el papel de Jason Robarts como “Cheyenne”, un bandido noble y el de Claudia Cardinale como bella viuda de turbio pasado. Pero si hablamos de los actores no podemos dejar de mencionar a la pareja protagonista, un Charles Bronson, quizá demasiado hierático para mi gusto y un colosal, inmenso, Henry Fonda, el cual en su papel del malvado "Frank", ojos claros, barba de varios días, traje oscuro y leve sonrisa irónica, compone una estampa de maldad, crueldad y cinismo que perdura en la retina del espectador, flotando sobre la melodía de armónica, enroscándose en la vida y el alma de los personajes. Sin duda habrá habido otros malos malísimos en las películas de tiros, pero como "Frank", el personaje que borda un Fonda magnífico, ninguno.

Sergio Leone, el director, resumiría su obra diciendo que "Hasta que llegó su hora" era, de principio a fin, una danza de muerte. Creo que, sin duda, no se quedó corto, pues la muerte, elemento imprescindible en todo Western, flota entre cada fotograma, saltando del rostro de Fonda al de Charles Bronson, cabalgando a lomos de las notas de la inolvidable melodía de Ennio Morricone.

Un film excelente en suma, completo, redondo como las ruedas del ferrocarril que avanza impasible, convirtiéndose –muy por encima del Colt- en el verdadero conquistador del ya no tan lejano Oeste americano.

Reseña elaborada por el socio de la Sección de Cine del Ateneo de Córdoba Manuel Ortas Castilla.